Nuevas vías para adquirir una vivienda: la nuda propiedad
Las necesidades de los compradores han variado considerablemente. Hace un par de décadas, cuando hablábamos de adquirir una vivienda, de manera inmediata pensábamos en aquellas que eran de nueva construcción.
Dentro de esto nuevos intereses, ha emergido en los últimos años una nueva modalidad para comprar una vivienda. Nos referimos a la nuda propiedad. Es muy probable que desconozcas este término o que, incluso, llegues a confundirlo con otro como es el usufructo. Por este motivo, vamos a explicarte en qué consiste para que puedas balancear si puede ser una opción idónea para ti.
Cuando hablamos de la nuda propiedad, hacemos referencia a la capacidad de poder continuar utilizando un elemento sobre el que se ha vendido los derechos a otra persona. En el caso de bienes inmuebles, por un precio pactado, el propietario de la vivienda cede los derechos que tiene sobre ella, pasando a pertenecer y poder ser usada por el comprador una vez que haya fallecido. De este modo, se eliminan las problemáticas que pueden llegar a existir con los futuros herederos, dado que dicho bien no aparecerá en el testamento que haya redactado al no suponer una pertenencia.
Muchas personas están haciendo uso de esta opción por motivos obvios. Los propietarios, porque tienen la posibilidad de continuar viviendo en sus hogares recibiendo una renta vitalicia o una cantidad determinada que le permita desarrollar plenamente su vida. A cambio, solo tendrá que abonar los recibos de los suministros que tengan contratados y las cuotas de la comunidad. Los compradores tienen la posibilidad de adquirir un inmueble a un precio más competitivo que el que encontraría en el mercado, a cambio de no tener una fecha determinada para poder hacer uso del mismo. No obstante, y a pesar de que no haga uso de la misma, deberá pagar la tasa de basuras, el Impuesto de Bienes Inmuebles y demás gastos que puedan estar relacionados con su dicha propiedad.